¿Y así quién no quisiera ser Cecilia?

Cecilia dice siempre lo que piensa
y casi nunca piensa como yo,
si tengo hambre busca en la despensa
y me guisa unos besos con arroz.
Cecilia duerme bien acompañada
porque a menudo la acompaño yo,
cuando se harta de estar enamorada
le regalo un vestido y un amor,
mi gozo, mi veneno, mi pasión.

Cecilia tiene algunas fantasías
y algunas fantasías tengo yo,
le cambio las suyas por las mías
y se hacen realidad entre los dos.
Cecilia sabe tanto de mi vida
porque ha vivido tanto como yo,
cada sábado bronca y despedida,
cada domingo reconciliación.
Me gusta hablar con ella sin hablar...

Tengo una novia
de buena familia
con filias
y fobias,
cristal y vereda.
Tengo en mi cama
una Venus en llamas,
una duda desnuda,
una mina de seda.
Pupele mía,
rayito de sombra,
gatito de alfombra,
Palermo y Gran Vía.
Mi sueño, mi vigilia,
mi adicción... Cecilia.

Cecilia busca amores imposibles,
por eso fue posible nuestro amor.
Cecilia, tan altiva y tan sensible,
tan diva y tan de nadie como yo.
Mi gozo, mi veneno, mi pasión...

Sabina y Páez

La vida de un guerrero no puede en modo alguno ser fría, y solitaria y sin sentimientos porque se basa en su afecto, su devoción, su dedicación a su ser amado.

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Solamente si uno ama a esa tierra con pasión inflexible puede uno librarse de la tristeza. Un guerrero siempre está alegre porque su amor es inalterable y su ser amado, la tierra, lo abraza y le regala cosas inconcebibles. La tristeza pertenece sólo a esos que odian al mismo ser que les da asilo. Este ser hermoso, que está vivo hasta sus últimos resquicios y comprende cada sentimiento, me dio cariño, me curó de mis dolores, y finalmente, cuando entendí todo mi cariño por él, me enseñó lo que es la libertad.

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Solamente amando a este ser espléndido se puede dar libertad al espíritu del guerrero; y la libertad es alegría, eficiencia, y abandono frente a cualquier embate del destino. Esta es la última lección. Se deja para el último momento de desolación suprema en que un hombre se enfrenta a su muerte y a su soledad. Sólo entonces tiene sentido.

Relatos de Poder, Carlos Castaneda.

Un guerrero no puede sentirse desamparado. Ni desconcertado ni asustado, bajo ninguna circunstancia. Para un guerrero, sólo hay tiempo para su impecabilidad, todo lo demás agota su poder, la impecabilidad lo renueva.

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La impecabilidad es hacer lo mejor que puedas en lo que fuese

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La clave de todos estos asuntos de impecabilidad es el sentido de tener o no tener tiempo. Por regla general, cuando te sientes y actúas como un ser inmortal que tiene todo el tiempo del mundo, no eres impecable; en estos momentos debes volverte, mirar alrededor tuyo, y entonces te darás cuenta de que tu sentimiento de tener tiempo es una idiotez. ¡No hay sobrevivientes en la tierra!

Ya que Jorge Pedro y Richie tienen su propio blogg, no veo por qué yo no. Ya había tenido uno, pero ni siquiera recuerdo la dirección. La dirección se la debemos al Biztek mayor (Juan Pablo Castañeda) quien me tiene bautizada como Moniquiur desde hace un rato.

Las mañanas de mucho frío, tardes de café de la Finca Santa Veracruz, y noches de Seinfeld, comienzaban a convertirse en todo un ritual, pero ahora el sol ha salido, la vida tiene un nuevo sentido, y amanecer con la esperanza de un nuevo día, donde encontrar a todos mis amigos y amigas hace todo especial, ha sido todo un nuevo despertar donde cada mínimo detalle hace del día una fiesta.

He decidido seguir el consejo de Jorge Pedro (luego de dos breves encuentros después de su partida al DF), 'sé feliz, no es tan difícil como parece'. Tiene razón. La felicidad aparece cuando menos lo esperamos, la cuestión es saberla ver cuando llega y no dejarla ir. Esta vez, no la dejaré ir.